viernes, 3 de abril de 2009

Platillos Volantes




YEAH YEAH YEAHS. It's Blitz! (2009)

Ya está aquí el esperado tercer disco ( sino contamos los EPs) de Yeah Yeah Yeahs. It's Blitz!, que así se llama el retoño, venía precedido de unas declaraciones de Karen O que aseguraba que habían reinventado su sonido y que nos iban a ofrecer algo completamente diferente a lo que habían hecho hasta la fecha. Y a decir verdad, creo que a veces hay que tener cuidado en como vendes las cosas porque cualquiera que siga escuchando este disco más allá del corte 2, se dará cuenta de que el espejismo al que aludía la buena de Karen no es más que eso.

Tras las iniciales Zero y Heads Will Roll, un gran tema este último lo mires como lo mires, que se envuelven en el halo del más neoyorquino y frívolo moderneo y con claras pretensiones llenapistas, nos encontramos con Shoft Shock, una canción que bien podría pertenecer a su anterior Show your Bones. A partir de aquí solo destacan Dull Life, el mejor tema del disco de largo y un claro exponente de esos grandiosos y energéticos hits que solo YYY saben fabricar, y la balada Runaway, maquillada de arreglos preciosistas que podrián ambientar una trágica historia de amor sacada de una novela rusa. Lo demás se pierde entre descafeinados soft-tempos y canciones despojadas de esa frescura y actitud punk con la que nos encandilaron en el pasado. El CBGB está chapado, ser cool es cool y el "festival del bostezo" ha comenzado.

En definitiva, nos hallamos ante un resultado bastante decepcionante en el que sin duda es el disco más flojo de su carrera. Pero claro, es que Fever to tell, Show your Bones y el Isis Ep eran muy muy buenos. En fin, esperemos que el trío neoyorquino remonte el vuelo en futuras entregas.


www.myspace.com/yeahyeahyeahs










MASTODON. Crack the Skye (2009)

Antes que nada tengo que reconocer que siento debilidad por estos tipos. Desde que en 2002 publicaran Remission, su primer album, la carrera de Mastodon no ha dado un solo paso en falso y se han ido superando en cada disco y en cada gira hasta alcanzar un éxito comercial difícilmente imaginable para una banda de sus características. Y por supuesto y lo que más mérito tiene, haciendo en cada momento y literalmente lo que les da la gana.

De este modo, lejos de acomodarse en terrenos ya explorados en el imprescindible Leviathan o en el apabullante Blood Mountain, los de Atlanta dan una vuelta de tuerca más a su sonido y nos presentan Crack the Skye. Una joya de 7 temas donde el metal, el rock progresivo y la psicodelia se funden de manera magistral para descubrirnos a los Mastodon más místicos y arriesgados. Y la verdad es que la apuesta, producida por el laureado Brendan O' brian, les ha salido a pedir de boca.

El disco comienza con Oblivion, un temazo de prog-rock, mucho más sosegado que Blood and thunder o The Wolf is loose con los que abrían sus dos anteriores trabajos y donde la primera y cristalina voz que se escucha es la del batería Brann Dailor, que ha colaborado activamente en la composición de letras y melodías vocales de Crack the Skye.

En segundo lugar nos topamos con Divinations. El primer single del disco y quizá el único tema que podría encajar en trabajos anteriores. Sin duda su riff trashy y su gran estribillo la convierten en la canción más directa del disco.

Seguimos con Quintessence. Un extraño y desbocado tema que camina con admirable equilibrio entre lo absurdo y lo absolutamente vanguardista.

Justo a continuación un atmosférico teclado de sonido clásico nos prepara para The Czar, una pequeña y onírica opera rock que gira en torno a Rasputín y que se divide en cuatro partes:

1. Usurper: un bello arpegio de guitarra y una etérea voz se repiten como un mantra y nos sumergen en un trance.

2. Escape: auténtico groove metal de brillante composición y ejecución.

3. Martyr: las aguas se vuelven a calmar y nos arrastran suavemente a un pasaje de gran belleza con las soberbias guitarras de Bill Kelliher y, sobretodo de ese auténtico genio llamado, Brent hinds rozando lo épico.

4. Spiral: la corriente nos devuelve al principio del tema. El círculo se cierra.


El siguiente tema es Ghost of Karelia. Un medio tiempo envuelto en un aúra oriental con un increible estribillo y al que la profunda y cavernosa voz del bajista Troy Sanders confiere una mística especial.

Un bello interludio instrumental abre la canción que da título al album y en cuya estrofa de despiadado riff nos encontramos con la voz del gran Scott Kelly de Neurosis en una interpretación oscurísima en la que parece maldecirnos desde el mismísimo infierno. Como contrapunto un etribillo casi demasiado melódico, teclados setenteros y voces robóticas que le guiñan el ojo al Iron Man de Black Sabbath.

Y como traca final y nunca mejor dicho, The Last Baron. Una increible jam de13 minutos en la que estos chicarrones echan el resto y se atreven a firmar un temazo en el que lo progresivo galopa a través de la psicodelia, el trance, el sludge metal, los desarrollos jazzísticos, el heavy clásico y tantas otras cosas que nos parece estar asistiendo a la definitiva redefinición del metal de vanguardia. Algo para lo que desde hace mucho tiempo parece que solo están destinados Mastodon.



www.myspace.com/mastodon





1 comentario:

  1. no sé si me mirarás mal pero no me lo voy a comprar jajaja :P yo descargo XD

    y ya te diré qué me parecen vale..? que no los he escuchado nunca ^^

    saludos primo!!

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