YEAH YEAH YEAHS. It's Blitz! (2009)Ya está aquí el esperado tercer disco ( sino contamos los EPs) de
Yeah Yeah Yeahs.
It's Blitz!, que así se llama el retoño, venía precedido de unas declaraciones de
Karen O que aseguraba que habían reinventado su sonido y que nos iban a ofrecer algo completamente diferente a lo que habían hecho hasta la fecha. Y a decir verdad, creo que a veces hay que tener cuidado en como vendes las cosas porque cualquiera que siga escuchando este disco más allá del corte 2, se dará cuenta de que el espejismo al que aludía la buena de Karen no es más que eso.
Tras las iniciales
Zero y
Heads Will Roll, un gran tema este último lo mires como lo mires, que se envuelven en el halo del más neoyorquino y frívolo moderneo y con claras pretensiones llenapistas, nos encontramos con
Shoft Shock, una canción que bien podría pertenecer a su anterior
Show your Bones. A partir de aquí solo destacan
Dull Life, el mejor tema del disco de largo y un claro exponente de esos grandiosos y energéticos hits que solo
YYY saben fabricar, y la balada
Runaway, maquillada de arreglos preciosistas que podrián ambientar una trágica historia de amor sacada de una novela rusa. Lo demás se pierde entre descafeinados
soft-tempos y canciones despojadas de esa frescura y actitud punk con la que nos encandilaron en el pasado. El
CBGB está chapado, ser
cool es
cool y el "festival del bostezo" ha comenzado.
En definitiva, nos hallamos ante un resultado bastante decepcionante en el que sin duda es el disco más flojo de su carrera. Pero claro, es que
Fever to tell,
Show your Bones y el
Isis Ep eran muy muy buenos. En fin, esperemos que el trío neoyorquino remonte el vuelo en futuras entregas.
www.myspace.com/yeahyeahyeahs MASTODON. Crack the Skye (2009)Antes que nada tengo que reconocer que siento debilidad por estos tipos. Desde que en 2002 publicaran
Remission, su primer album, la carrera de
Mastodon no ha dado un solo paso en falso y se han ido superando en cada disco y en cada gira hasta alcanzar un éxito comercial difícilmente imaginable para una banda de sus características. Y por supuesto y lo que más mérito tiene, haciendo en cada momento y literalmente lo que les da la gana.
De este modo, lejos de acomodarse en terrenos ya explorados en el imprescindible
Leviathan o en el apabullante
Blood Mountain, los de Atlanta dan una vuelta de tuerca más a su sonido y nos presentan
Crack the Skye. Una joya de 7 temas donde el metal, el rock progresivo y la psicodelia se funden de manera magistral para descubrirnos a los
Mastodon más místicos y arriesgados. Y la verdad es que la apuesta, producida por el laureado
Brendan O' brian, les ha salido a pedir de boca.
El disco comienza con Oblivion, un temazo de
prog-rock, mucho más sosegado que
Blood and thunder o
The Wolf is loose con los que abrían sus dos anteriores trabajos y donde la primera y cristalina voz que se escucha es la del batería
Brann Dailor, que ha colaborado activamente en la composición de letras y melodías vocales de
Crack the Skye.
En segundo lugar nos topamos con
Divinations. El primer single del disco y quizá el único tema que podría encajar en trabajos anteriores. Sin duda su
riff trashy y su gran estribillo la convierten en la canción más directa del disco.
Seguimos con
Quintessence. Un extraño y desbocado tema que camina con admirable equilibrio entre lo absurdo y lo absolutamente vanguardista.
Justo a continuación un atmosférico teclado de sonido clásico nos prepara para
The Czar, una pequeña y onírica opera rock que gira en torno a
Rasputín y que se divide en cuatro partes:
1.
Usurper: un bello arpegio de guitarra y una etérea voz se repiten como un mantra y nos sumergen en un trance.
2.
Escape: auténtico
groove metal de brillante composición y ejecución.
3.
Martyr: las aguas se vuelven a calmar y nos arrastran suavemente a un pasaje de gran belleza con las soberbias guitarras de
Bill Kelliher y, sobretodo de ese auténtico genio llamado,
Brent hinds rozando lo épico.
4.
Spiral: la corriente nos devuelve al principio del tema. El círculo se cierra.
El siguiente tema es
Ghost of Karelia. Un medio tiempo envuelto en un aúra oriental con un increible estribillo y al que la profunda y cavernosa voz del bajista
Troy Sanders confiere una mística especial.
Un bello interludio instrumental abre la canción que da título al album y en cuya estrofa de despiadado riff nos encontramos con la voz del gran
Scott Kelly de
Neurosis en una interpretación oscurísima en la que parece maldecirnos desde el mismísimo infierno. Como contrapunto un etribillo casi demasiado melódico, teclados setenteros y voces robóticas que le guiñan el ojo al
Iron Man de
Black Sabbath.
Y como traca final y nunca mejor dicho,
The Last Baron. Una increible jam de13 minutos en la que estos chicarrones echan el resto y se atreven a firmar un temazo en el que lo progresivo galopa a través de la psicodelia, el trance, el
sludge metal, los desarrollos jazzísticos, el heavy clásico y tantas otras cosas que nos parece estar asistiendo a la definitiva redefinición del metal de vanguardia. Algo para lo que desde hace mucho tiempo parece que solo están destinados
Mastodon.
www.myspace.com/mastodon