jueves, 16 de septiembre de 2010

Platillos Volantes!


Melvins. The Bride Screamed Murder (2010)

Los Melvins vuelven y lo hacen con un disco que deja claro desde el primer minuto que su dieta sigue basándose en bocadillos de escombros y yogur de morcilla. Es decir, que siguen sin renunciar a su particular estilo y en el caso concreto de la banda de Aberdeen esto es un auténtico acierto. ¿Por qué los fans de Melvins seguimos disfrutando de un grupo que lleva casi treinta años sonando como si Black Sabbath y Black Flag echaran un interminable y salvaje polvo? Pues, en primer lugar porque cada vez los de King Buzzo tienen más y mejor técnica y sobretodo porque poseen un espíritu en el que experimentación y libertad llevan la batuta y los únicos límites que existen en su música son los que dicta su desbordante imaginación. Una filosofía que empapa cada uno de los cortes de The Bride Screamed Murder.

Riffs llenos de fango, minutos enteros de desparrame baterístico y ritmos de la Edad de Piedra, momentos épicos, puro ruido, dobles voces, atmóferas oscuras, pesadas líneas de bajo...y para terminar se atreven a sabbathizar el My Generation de The Who y cerrar el disco con una preciosa pieza a capella con un inquietante desvarie final incluido. Un buen cierre para un gran disco que estoy seguro contentará a los verdaderos fans de esta pedazo de banda sin la que el sludge o el propio grunge no serían lo que son.


www.myspace.com/themelvins





Interpol. Interpol (2010)


Está bien, lo reconozco, no tiene ningun fundamento racional pero cuando me encuentro con un album homónimo que no es un disco de debut tengo tendencia a desconfiar. Y es que además en los últimos tiempos al grupo de Paul banks le han empezado a crecer los enanos. Primero dejaron la multinacional que editó su anterior trabajo para refugiarse en la independiente Matador para poco después, y como ya anunciamos, ver como el bajista Carlos Dengler se despedía de la banda tras grabar su parte en el nuevo disco. Síntomas de una época convulsa que atraviesan los neoyorkinos y que sin duda se nota en este su último lanzamiento.

El disco empieza con dos temas notables, Success y su impecable sección rítmica, y Memory Serves, que rezuma esa melancolía y oscuridad marca de la casa. Y llega a su ecuador con sus dos canciones mas desctacadas: Lights, el mejor corte del disco y la demostración de que Interpol todavía pueden hacer temazos capaces de emocionarnos y Barricade, un pegadizo single fiel al 100 por 100 a su ya clásico estilo de "guitarras contrapeadas". ¿Y qué pasa llegados a este punto? Pasa que se empiezan a suceder temas que nos parece haber oido ya y que el disco se hace cada vez más plomizo y falto de recursos compositivos. Eso sí, en la final The Undoing sorprenden unos versos en el rudimentario español que Banks aprendió en su infancia en la que llegó a residir temporalmente en España y México.

En resumen, la banda de New York parece dar un pequeño paso en falso en su hasta ahora impecable carrera con un disco en el que en lugar de llevar más lejos ese camino más maduro, elegante y ambiental que abrieron con Our Love to Admire -para mi su mejor album- han sido víctimas de los clichés de su propio estilo a la hora de enfrentarse con la falta de inspiración.


www.myspace.com/interpol

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