Viento árido en Madrid
GARCIA PLAYS KYUSS. Sala Heineken. Madrid. Jueves 17 de Junio.
Tras una laaaargíiiiisiimaaaaa espera Bruno Fevery, Jacques de Haard y Rob Snijders salían a una Heineken hasta la bandera para prender la mecha de una noche memorable con la instrumental Molten Universe. Seguidamente John Garcia hacía acto de presencia con gafas de sol, gordo y una sonrisa radiante para atacar con Thumb y volver loco al público. Y a partir de este momento el concepto hit tras hit se apoderó de la Sala.
Hurricane, Suppa Scuppa..., One Inch Man, Demon Cleaner, Odyssey, Spaceship Landing y muchas otras sonaron en la garganta de Garcia como si no hubieran pasado los años, acompañado por una banda con un sonido demoledor y una actitud perfectamente equilibrada entre la humildad y el respeto hacia estos legendarios temas y la ilusión y las ganas por tocarlos.
Y qué decir de un público que tras ser atropellado por la sobrecogedora Gardenia, soportó encantado y entregado la broma de John G cuando aseguró que no iban a tocar Green Machine, para acto seguido reir cuando el guitarrista arrancaba su despiadado riff.
"Hijos de puta!" gritaba el tipo que tenía delante al ver a la banda despedirse. Pero claro, hicimos tanto ruido los que allí estabamos que tuvieron que volver a salir para regalarnos una enorme interpretación de El Rodeo y Whitewater y acabar con una impresionante 100 degrees.
Y cuando las luces se encendieron la gente sonreía llena de polvo porque el auténtico sonido del desierto había sacudido Madrid durante dos horas.
GARCIA PLAYS KYUSS. Sala Heineken. Madrid. Jueves 17 de Junio.
Tras una laaaargíiiiisiimaaaaa espera Bruno Fevery, Jacques de Haard y Rob Snijders salían a una Heineken hasta la bandera para prender la mecha de una noche memorable con la instrumental Molten Universe. Seguidamente John Garcia hacía acto de presencia con gafas de sol, gordo y una sonrisa radiante para atacar con Thumb y volver loco al público. Y a partir de este momento el concepto hit tras hit se apoderó de la Sala.
Hurricane, Suppa Scuppa..., One Inch Man, Demon Cleaner, Odyssey, Spaceship Landing y muchas otras sonaron en la garganta de Garcia como si no hubieran pasado los años, acompañado por una banda con un sonido demoledor y una actitud perfectamente equilibrada entre la humildad y el respeto hacia estos legendarios temas y la ilusión y las ganas por tocarlos.
Y qué decir de un público que tras ser atropellado por la sobrecogedora Gardenia, soportó encantado y entregado la broma de John G cuando aseguró que no iban a tocar Green Machine, para acto seguido reir cuando el guitarrista arrancaba su despiadado riff.
"Hijos de puta!" gritaba el tipo que tenía delante al ver a la banda despedirse. Pero claro, hicimos tanto ruido los que allí estabamos que tuvieron que volver a salir para regalarnos una enorme interpretación de El Rodeo y Whitewater y acabar con una impresionante 100 degrees.
Y cuando las luces se encendieron la gente sonreía llena de polvo porque el auténtico sonido del desierto había sacudido Madrid durante dos horas.
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